Por: Martin Lievano
Un comentario hecho por Diego R. inspiró este artículo. El comentario dice: “No se si existe, pero los médicos pueden (legalmente) trabajar como freelance? no conozco ningún caso”. Pues bien, aunque no soy médico he investigado al respecto y espero mediante este escrito resolver en lo posible la duda de nuestro amigo.
En el siglo XXI, las TIC (Tecnologias de la Información y la Comunicación), con su uso cada vez más frecuente, están interviniendo en todos los aspectos de la vida cotidiana, por eso no se nos haga raro escuchar los términos “e-health” y “Telemedicina”. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), la Telemedicina se define como "el suministro de servicios de atención sanitaria, en los que la distancia constituye un factor crítico, por profesionales con objeto de intercambiar datos para hacer diagnósticos, preconizar tratamientos y prevenir enfermedades y heridas, así como para la formación permanente de los profesionales de atención de salud y en actividades de investigación y evaluación, con el fin de mejorar la salud de las personas y de las comunidades en que viven."
Así pues, encontramos que cada vez con más frecuencia la Internet juega un papel importante en los servicios de atención médica (diagnóstico, tratamiento, monitoreo, seguimiento, prevención, promoción, etc.), además de otras muchas aplicaciones como la administración, gestión, formación e investigación médica. En España por ejemplo se están llevando a cabo proyectos de teleradiología, teledermatología, telepsiquiatría, teleoftalmología y teleoncología con notable éxito.
Si esto es así y la tecnología supone un cambio radical en la práctica médica, entonces un médico freelance no estaría lejos de verse. Lo que sucede es que la Telemedicina esta siendo practicada por instituciones médicas más que por médicos particulares, pues de esta manera se brinda un respaldo y una garantía. Claro esta, que hay que tener en cuenta la legislación existente para el ejercicio de la medicina así como la ética médica.
El uso más generalizado de la tecnología es el de los consejos médicos on-line breves y simples, asesorías para terapias y uso de medicamentos sin que esto suponga una consulta directa, pues al no existir contacto físico con el paciente no se emite dictamen médico ni diagnóstico.
En el siglo XXI, las TIC (Tecnologias de la Información y la Comunicación), con su uso cada vez más frecuente, están interviniendo en todos los aspectos de la vida cotidiana, por eso no se nos haga raro escuchar los términos “e-health” y “Telemedicina”. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), la Telemedicina se define como "el suministro de servicios de atención sanitaria, en los que la distancia constituye un factor crítico, por profesionales con objeto de intercambiar datos para hacer diagnósticos, preconizar tratamientos y prevenir enfermedades y heridas, así como para la formación permanente de los profesionales de atención de salud y en actividades de investigación y evaluación, con el fin de mejorar la salud de las personas y de las comunidades en que viven."
Así pues, encontramos que cada vez con más frecuencia la Internet juega un papel importante en los servicios de atención médica (diagnóstico, tratamiento, monitoreo, seguimiento, prevención, promoción, etc.), además de otras muchas aplicaciones como la administración, gestión, formación e investigación médica. En España por ejemplo se están llevando a cabo proyectos de teleradiología, teledermatología, telepsiquiatría, teleoftalmología y teleoncología con notable éxito.
Si esto es así y la tecnología supone un cambio radical en la práctica médica, entonces un médico freelance no estaría lejos de verse. Lo que sucede es que la Telemedicina esta siendo practicada por instituciones médicas más que por médicos particulares, pues de esta manera se brinda un respaldo y una garantía. Claro esta, que hay que tener en cuenta la legislación existente para el ejercicio de la medicina así como la ética médica.
El uso más generalizado de la tecnología es el de los consejos médicos on-line breves y simples, asesorías para terapias y uso de medicamentos sin que esto suponga una consulta directa, pues al no existir contacto físico con el paciente no se emite dictamen médico ni diagnóstico.
Lo cierto es que el uso de Internet para la aplicación de la medicina traerá muchos beneficios, especialmente económicos, de eficiencia y de cobertura, habrá que esperar para ver como evoluciona este nuevo tipo de “medicina virtual”. Posiblemente, como solía ser, cuando el médico visitaba personalmente a su paciente, sea común tener nuestro médico de cabecera “virtual” y sin movernos de casa.
Estos son algunos links de interés:
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